La Fundación JHS «Misael Silva Roa» ha vuelto a encender la chispa de la alegría en cientos de niños venezolanos, marcando otra exitosa jornada de celebración del Día del Niño. Más allá de un festejo anual, este evento es un testimonio conmovedor de una labor incansable que, durante más de 15 años, ha cultivado la esperanza y el desarrollo integral de la niñez venezolana, sentando las bases para el futuro próspero del país.
Desde hace más de una década y media, la Fundación JHS ha forjado un compromiso social inquebrantable, tejiendo un tapiz de sonrisas y llevando una luz de educación, esparcimiento y diversión a comunidades donde operan las unidades de negocios agroindustriales y de recursos naturales de la Corporación JHS. Esta noble misión se arraiga en la profunda convicción de que cada niño merece un ambiente seguro y feliz para crecer, celebrar su día con actividades que no solo fomenten su creatividad, el trabajo en equipo y la interacción social, sino que también rescaten la rica tradición de la cultura venezolana. Es una visión que se traduce en llevar esperanza y alegría a los más necesitados, porque solo así se construye un país.
Las recientes jornadas, que tuvieron lugar los días 17 y 18 de julio de 2025, extendieron su abrazo a 560 niños en diversos estados de Venezuela. El 17 de julio, la magia de la celebración se apoderó del Complejo Educativo Cecilio Acosta en Anzoátegui. Al día siguiente, 18 de julio, la alegría se multiplicó con gran entusiasmo en el Colegio Fe y Alegría Puerto Ordaz en Bolívar, el Complejo Educativo Murachi en Yaracuy, y la Escuela Nacional Eulalia Ramos Sánchez en Táchira. Estas localidades no son meros puntos en el mapa; son el latido de las comunidades donde la Corporación JHS ha cimentado sus raíces operativas, fortaleciendo un vínculo indisoluble entre el progreso empresarial y el florecimiento social de los niños que trazarán el futuro de nuestra nación.
En cada encuentro, la Fundación JHS diseñó «circuitos de diversión criolla» que incluían estaciones temáticas vibrantes: la aventura de los juegos tradicionales venezolanos, presentaciones de artistas con sabor nacional, y música y baile de nuestra tierra. Para nutrir el espíritu y la mente de los pequeños, se habilitó un merendero criollo que ofreció deliciosas meriendas y cotillones. La realización de estos eventos fue posible gracias al invaluable apoyo de voluntarios y el personal comprometido de la Corporación y la Fundación JHS.
De esta forma, la Fundación JHS continúa demostrando su profunda dedicación a la niñez venezolana. No se trata solo de proporcionar momentos de alegría fugaz, sino de sembrar las semillas para el desarrollo integral de los más jóvenes. Estas celebraciones anuales del Día del Niño son un testimonio conmovedor del compromiso duradero de la Corporación JHS con el bienestar de las comunidades donde opera, iluminando el futuro de Venezuela una sonrisa, un juego y una esperanza a la vez. Porque es con la inversión en nuestros niños que verdaderamente construimos el país que soñamos.